¿Alguna vez habéis imaginado un mundo donde exista la censura en los titulares? ¿Un periodismo que tira más a un lado que en vez de ser neutral y objetivo como bien dictan los principios de un buen periodista? Pues bien, estos son los casos actualmente en nuestro país.
Hoy en día ponemos en duda la falta de claridad y objetividad en el periodismo, y es completamente lógico observando a los mass media. Aprovechando que es el día contra la violencia de la mujer, precisamente vamos a hablar de cómo hay momentos en el que el periodismo no realiza su trabajo correctamente provocando así feminicidios.
Uno de los problemas más graves y elocuentes en el mundo del periodismo cuando nos señalan una noticia de violencia de género, se trata de cómo nos narran los asesinatos como si fueran sucesos cotidianos y tuviera una normalización diaria. ¿Por qué deben de ser tratados como sucesos y no como asesinatos cuando una mujer está perdiendo la vida a causa de un hombre o simplemente está siendo agredida físicamente por el otro sexo? El periodismo en muchas ocasiones no quiere “mancharse las manos de sangre” y siempre busca tener una neutralidad. Hasta ahí bien. Pero lo que no se puede hacer es inferiorizar un caso o restar el poner sinónimos de “asesino” o “maltratador” cuando realmente es lo que es. Un ejemplo de ello podemos encontrarlo en titulares cuando nos comentan “muere una mujer a manos de su pareja”. Es completamente erróneo, no muere una mujer, es asesinada a manos de su pareja. Además, si lográramos diferenciar un asesinato de un suceso, ayudaríamos a un mejor conteo en nuestro país sobre las verdaderas cifras de violencia de género y a concienciar a las personas de que una mujer ha perdido todo el derecho de vivir.
El segundo problema del periodismo en nuestra actualidad es la trata de otro tipo de violencias. Los periodistas numerosas veces utilizan el morbo y el sensacionalismo para atraer a una gran masa de receptores. Por ello, eligen titulares más llamativos e impactantes, restándole importancia a los demás tipos de violencias como puede ser la psicológica, un tipo de violencia que sigue presente en nuestra vida cotidiana junto a los micromachismos y la que se basa en ser una de las más complicadas al ser la más invisible.
A parte, nos encontramos con otro tipo de cuestiones en el periodismo que tienen que ver con aspectos más internos en una empresa. Por ejemplo, en determinados medios de comunicación la información sobre los casos las llevaban los especialistas. Ahora, la situación ha cambiado y es una agencia la que lleva los casos en los periódicos sobre violencia de género.
Y finalmente, relacionado con el problema anterior nos encontramos con que la profesión del periodismo es la que menos información recibe acerca de los hechos, según la Comisión para la Igualdad de Género del Consejo de Europa. Además, a través de varias periodistas, nos han podido confirmar que al intentar publicar algún titular, en la mayoría de casos si se trataba de representantes de asociaciones de mujeres por sí solas o de los jueces, no “servían”. Exigían tener el argumento de la víctima, que normalmente, ellas no son capaces de comparecer a la prensa debido al enorme trauma que les carga y la presión social que sienten.
Pues bien, después de exponer los numerosos problemas que tiene o provoca el periodismo acerca de las exposiciones sobre violencia machista, esto puede llegar a numerosas repercusiones como las Fake News y conlleva a que la sociedad no se de cuenta de que una mujer está siendo maltratada (hasta llegar a un punto extremo como la muerte), y por lo tanto, a que siga estancada en un mismo punto como un pantano.
Cada día debemos proponernos un reto y como es cambiar los agujeros que sufre el periodismo, una de las profesiones más importantes, ya que nos encargamos de concienciar a la sociedad y de informarla acerca de los hechos actuales. Y si seguimos sin arreglar estos hechos, acabaremos hundidos en un agujero negro.
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